El verano también puede generar estrés y presión social en algunas personas. La sociedad promueve la idea de que el verano es un momento para disfrutar, estar en forma y socializar. Esto puede generar una sensación de presión para cumplir con estas expectativas, lo que puede causar estrés y ansiedad. La presión para tener un «cuerpo de playa perfecto», participar en actividades sociales constantemente o planificar vacaciones puede generar un desequilibrio emocional en aquellos que no se sienten capaces de cumplir con estos estándares.